miércoles, 28 de noviembre de 2012

La creatividad aliada de la imaginación

Circulan por Internet dos obras artísticas que dan pie a la incertidumbre. ¿Qué pensar cuando sobresale de la arboleda de un parque una colorida figura humana? ¿De qué está hecho?. Por más que se elucubrase, jamás podríamos adivinar con qué material se levanta esa forma humana.


NO hasta que nos acerquemos a una distancia prudencial para poder comprobar que los colores corresponden a cientos de chanclas de playa, de distintas tonalidades. Una estatua antropomórfica levantada con cientos de pares de calzado. Nunca se ha visto todo.


Una sorpresa similar supone esta adaptación de La Gioconda de Leonardo Da Vinci a una superficie completamente diferente: el suelo. Esta representación de la Mona Lisa, de unas dimensiones comprensiblemente superiores, no deja indiferente a nadie.


Quién imaginaría que 3.604 vasos de café podrían representar semejante obra pictórica. 3.604 vasos, cada uno con distintas proporciones de café y de leche, con las que los autores de esta curiosa creación han logrado exponer los tonos y las sombras con las que Da Vinci recreó a su modelo en su óleo sobre tabla. Ha sido en Sidney, Australia, donde surgió esta ocurrencia que convierte miles de vasos en una de las pinturas más famosos de la historia del arte.

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